Los vestidos de fiesta son esas prendas que no pueden faltar en el clóset de una mujer, se trata de prendas muy especiales, las cuales se utilizan en ocasiones importantes o especiales. Por ejemplo, durante bodas, graduaciones y cualquier otro tipo de celebración, como nochevieja.
Incluso, los vestidos de fiesta pueden ser también versátiles, hay quienes los utilizan en el día a día, creando atuendos fantásticos en combinación con otras prendas. Ahora bien, una de las mejores particularidades de los vestidos de fiesta, es que hay muchas opciones para responder a las preferencias de cada mujer, conviene conocer al respecto.
Los estilos de vestidos de fiesta son diversos, suelen ir de acuerdo a cada época y a los dictámenes de la moda, pero también suele haber ciertos modelos que son simplemente clásicos.
Al respecto, entre los vestidos de fiesta destacan los vestidos de tubo, los cuales van ajustados al cuerpo y estrechos en la cintura, por ello resalta las curvas del cuerpo femenino. Además, se puede usar tanto por encima de las rodillas como hasta la pantorrilla, luciendo muy elegante.
El vestido de fiesta imperio también es otro estilo, va ceñido al busto y a la zona debajo de este, luego tiene un corte holgado. Otro estilo es el vestido recto, es una opción más simple que genera asimetría entre la cintura y los hombros y no queda ceñido al cuerpo.
El evasé o acampanado es otro estilo entre los vestidos de fiesta, se caracteriza por ir ceñido en la cintura definiéndola, mientras que la falda es holgada. Igualmente los vestidos asimétricos, los cuales tienen cortes muy diversos y suelen ser de los favoritos de las mujeres más osadas.
Otra opción de estilo de vestidos de fiesta es el mullet, el cual tiene una falta corta enfrente y una falta larga por atrás, mientras que el escote en el área superior varía. En este sentido, los vestidos de fiesta también se pueden considerar, elegante, sexy, juvenil, retro, vintage, moderno, entre otros, las opciones son muy amplias.
Los vestidos de fiesta se pueden combinar con una gran cantidad de accesorios, brindando la oportunidad de crear atuendos fantásticos y adaptados a cada situación y también a cada personalidad. Por ejemplo, se pueden combinar con chales o incluso chaquetas, esto para protegerse en los días fríos o si se desea dar equilibrio a un escote muy pronunciado.
También son válidos los abrigos elegantes, las estolas y las capas de terciopelo, son perfectas para lograr un estilo clásico y muy glamoroso. Si se trata de joyas, suelen ser un infaltable junto a los vestidos de fiesta, pero siempre buscando el equilibrio.
Por ejemplo, si el vestido destaca por sí solo es preciso usar la menor cantidad de accesorios y que estos sean minimalistas. Si por el contrario el vestido es más simple, los accesorios son perfectos para elevarlo, como pendientes largos y anillos de gran tamaño.
El peinado depende del estilo que se desee lograr y del vestido, puede ser un recogido muy sencillo o todo el cabello suelto, liso o tal vez con un poco de ondas. En términos de bolsos, los maxi deben quedar descartados, los vestidos de fiesta se utilizan con un clutch o bolso de mano.
El calzado debe ir acorde con el estilo del vestido, suelen ser perfectas sandalias y stilettos, siempre de tacón alto, si el vestido de fiesta es corto, puede ser perfecto para exhibir zapatos de diseño. Aunque recientemente las botas han comenzado a ser también una opción, en las últimas pasarelas de moda los vestidos más botas se han convertido en todo un hit.
Cada temporada cuenta con ciertas tendencias y tratándose de los vestidos de fiesta no es la excepción, aunque se puedan encontrar los clásicos de siempre, conviene conocer cuáles son las tendencias en el actual 2021, estas consisten en:
Cuando se trata de vestidos de fiesta, los blazers se llevan un gran lugar, es una tendencia combinarlos con vestidos, especialmente si tienen patrones y elementos muy delicados. También los vestidos asimétricos con pantalones, es decir, cortos en la zona frontal y muy largos en la zona trasera, usados con pantalón a la cintura.
Los vestidos de fiesta se caracterizan principalmente por ser elegantes, pero también son prendas que pueden ser muy sexy. Por ejemplo, los vestidos bandage son un excelente ejemplo de ello, cortos o largos y de distintos colores, se caracterizan por adaptarse muy bien al cuerpo, resaltando sus curvas mientras esconden cualquier posible imperfección.
Los vestidos bandage hacen las veces de una faja que moldea muy bien la silueta femenina, mientras lucen elegantes. Otra opción son los vestidos largos con transparencias, las cuales permiten ver parte de la piel, logrando atuendos sensuales. Igualmente los vestidos de fiesta que tienen textura de piel y efecto fitness, se trata de prendas que marcan el abdomen, a través de materiales como el terciopelo y el látex.
Para quienes prefieren continuar usando vestidos de fiesta con un estilo sumamente elegante, las mejores opciones son el clásico vestido corto de color negro, en este caso con pequeños toques que permitan reinventarlo.
Por ejemplo, se puede añadir transparencias, lentejuelas, mezclas con estampados de polka – dots, lazos, entre otros. También los vestidos con tonos metálicos y texturas muy brillantes, ya sean ajustados al cuerpo o voluminosos y con estructura.
Las perlas son otra alternativa para lucir estilos elegantes, incluso en vestidos transparentes, en las últimas pasarelas de moda se han visto creaciones de inspiración futurista, que incluyen las perlas como protagonistas.
De igual manera, las capas son una gran opción para lucir vestidos de fiesta de la manera más elegante, varias capas e incluso si son largas, pueden añadir un efecto increíblemente sofisticado a cualquier atuendo.
También son válidos los vestidos con cierta referencia al pasado, por ejemplo aquellos que incluyen mangas dramáticas, volantes, moños, aplicaciones de plumas, bordados de estilo romántico, escotes de estilo corset, entre otros.
Estas también son tendencias actuales en los vestidos de fiesta, perfectas para crear los atuendos más elegantes, podría considerarse una vuelta de siglos pasados, con un toque muy moderno. En síntesis, los vestidos de fiesta ofrecen oportunidades para todas, van desde los más clásicos hasta los más osados y no pueden faltar en ningún closet.
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